
¿Cuánto hay que abrigar a los chicos en invierno?: la eterna lucha antes de salir de casa
Miles de intentos, trucos, cantos, juegos…todo para conseguir que se ponga la primera capa de abrigo, pero claro, todavía faltan otras tantas capas más. Entonces aparecen las típicas preguntas en esta altura del año: ¿cuánto abrigo es demasiado? ¿tendrá frío? ¿estará bien abrigado?
2 de julio de 2025 • 14:17

¿Cuánto hay que abrigar a los chicos en invierno?: la eterna lucha antes de salir de casa - Créditos: Getty
El invierno llegó con todo en Argentina. Por eso, hoy vamos a compartirles algunos consejos para saber qué tanto abrigar a sus hijos, cómo saber si tienen frío o calor, y qué prendas se recomiendan. ¿Y lo mejor? Al final del artículo te damos un consejo para no pasar horas intentando convencer a tu hijo de abrigarse.
La regla del “una capa más”
Durante los primeros meses de vida se puede aplicar esta sencilla regla: los bebés necesitan una capa más que los adultos. Si vos estás cómodo con una remera y un buzo, quizás tu hijo necesite eso mismo más una campera liviana. Esto tiene una razón fisiológica: los niños, sobre todo los más pequeños, aún no regulan bien su temperatura corporal y pierden calor más rápido que los adultos.
Cuando los niños ya son más grandecitos, tengamos en cuenta que suelen ser más calurosos y regulan su temperatura de manera diferente a los adultos. Suelen tener un metabolismo más activo y, por eso, tienden a sentir más calor o a transpirar con mayor facilidad.
Si está para guantes, está para medias
Es una frase instalada que intenta zanjar la discusión de ‘pies descalzos sí o pies descalzos no’. Lo cierto es que los niños que aún no caminan y van en el porteo o en un cochecito, o juegan en su casa, pueden estar con los pies descalzos. Cuando salen, si no nos parece necesario ponerles guantes, entonces tampoco es necesario ponerles medias. Recuerden: los pies descalzos no enferman.
El uso del gorro
Durante las primeras 24 horas, el gorrito es clave —incluso dentro de casa— para ayudar al recién nacido a conservar su calor. Pasado ese tiempo, si el ambiente está templado y el bebé está bien abrigado, podés dejarlo sin gorro.
¿Cómo saber si tienen frío o calor?
Frío, frío, frío… caliente ¿no les hace acordar a la búsqueda del tesoro? Si tocás las manos o pies probablemente estén más fríos que el resto de su cuerpo. La circulación de los bebés es aún inmadura y sus extremidades suelen sentirse más frías, por eso no te guíes en sus manos o pies.
La manera más sencilla para saber si tienen frío o calor es tocar el pecho o la espalda: si están templados y secos, la temperatura corporal es adecuada.
Priorizar el movimiento y el aire libre
Abrigarlos no debe impedir que se muevan, jueguen y disfruten del aire libre. Si un chico está tan emponchado que no puede correr, trepar o levantar una piedra, probablemente esté demasiado abrigado. El juego y el movimiento también son salud.
Incluso en invierno, es fundamental que los chicos salgan al exterior. El aire libre disminuye el riesgo de contagios, mejora el estado de ánimo y fortalece el sistema inmunológico. Para esto, es clave un abrigo adecuado, similar al de los adultos.
Tené en cuenta también que el exceso de abrigo y el movimiento puede hacerlos transpirar, por lo cual es importante evitarlo para que no sufran de enfriamientos.
Consejos para un invierno seguro
A continuación te comparto algunos consejos de seguridad a tener en cuenta cuando empieza el invierno:
- Para viajes en auto: es preferible vestir a los bebés y niños con varias capas delgadas y ajustadas al cuerpo, en lugar de usar abrigos gruesos o trajes de nieve.
- En cunas: no se deben colocar mantas gruesas, edredones, almohadas, protectores de cuna, pieles de oveja ni ningún otro tipo de ropa de cama suelta, ya que estos elementos pueden ocasionar asfixia.
- Prendas: lo ideal es que los niños usen mitones en lugar de guantes, ya que así sus deditos se mantienen juntos y abrigados. También se recomienda reemplazar la bufanda por un cuello polar, que abriga igual pero es más seguro y cómodo para jugar. Si la ropa o el calzado se moja, cambialos cuanto antes por ropa seca y calentita.
Escuchar a los chicos
Muchos chicos interpretan cuándo tienen frío o calor, y es importante confiar en lo que dicen así como enseñarles a registrar esas sensaciones. Ayudarlos a elegir qué ponerse según cómo se sienten es parte de la crianza con autonomía. Muchas veces les insistimos para que se abriguen antes de salir y podemos pasar horas hasta lograrlo.
Es difícil hacerles entender que apenas salgan tendrán frío, por eso una opción es permitirles salir y abrigarlos en ese momento nos será mucho más fácil ¡van a ver!
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